El trabajo comienza con el esqueleto mejorado dentro del cuerpo de la muñeca. Ahí es donde empezamos a ensamblar las tres varillas que recorren la parte inferior de la pierna hasta el pie. Las varillas funcionan de la misma manera que los tríceps de la pierna humana. Gracias a ellas, la muñeca tiene suficiente soporte para soportar su propio peso y no colapsar. Así, incluso al hacerla ponerse de pie, agacharse o sentarse en posiciones complicadas, las varillas la sostienen y evitan que se caiga.
Comprender el rango de movimiento y la flexibilidad de las muñecas sexuales
